¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Mundo

Perdió su empleo por una foto en redes sociales

La lucha contra el racismo en Estados Unidos tiene mucho que ver en esta historia

Suscribite a nuestro canal para recibir toda la información

En un mundo en el que la virtualidad y el Internet cada vez ganan más espacio; las redes sociales personales hacen parte de la hoja de vida cuando de buscar un empleo se trata. 

Estas plataformas han hecho que la humanidad viva en una aldea global en la que la conexión y la interacción son posibles sin importar la distancia. En la mayoría de los casos, juegan a favor; pero existen excepciones en las mismas se han convertido en la soga al cuello de alguien. 

Tal es el caso de Emmanuel Cafferty, un estadounidense de 47 años; quien en 2021 perdió el empleo que tenía gracias a una foto que le tomaron y publicaron en Twitter.

Lea también: “Deberían marcharse ahora”, Biden pide a estadounidenses que abandonen Ucrania

Quedó sin empleo por supuesto racismo 

En una entrevista concedida a la BBC Mundo, Cafferty contó que en junio cuando volvía de su casa al trabajo; alguien le tomó una foto que lo puso en apuros al punto de perder el empleo en el que ganaba 41 dólares por hora.

En la imagen se le ve conduciendo una camioneta, con la mano por fuera y haciendo una seña que consiste en formar un círculo con el dedo índice y el pulgar. Esto en ese país tiene dos interpretaciones: la primera es decir «Ok» y la segunda un acto de racismo contra la población afro. 

Alguien que pasaba cerca de él, lo notó, le tomó la foto y la posteó en Internet señalándole como racista. 

Con la velocidad con la que los contenidos se hacen virales en redes sociales ; la instantánea llegó a su empresa y de inmediato le fue notificada una suspensión sin sueldo y luego su despido. 

«Así fue como perdí el mejor empleo de mi vida», dijo Cafferty, que además indicó que por más que trató de explicar la situación a sus superiores; no le admitieron palabras.

«En mi caso, no era un símbolo. Solo estaba chasqueando los dedos. Pero un hombre blanco lo interpretó como un gesto parecido al ‘OK’, que sería racista, y se lo dijo a mis jefes, también blancos; que decidieron creerle a él, no a mí, que no soy blanco»,

 

Lee también:
Víctor Castro Gutierrez
Suscribite a nuestro canal para recibir toda la información