Epa Colombia acuerda reparación con TransMilenio
El pis está a la expectativa de si con esto, ella podrá quedar en libertad

Lo que empezó como un acto de violencia simbólica durante el paro nacional de 2019 ahora toma un nuevo rumbo: Daneidy Barrera Rojas, influenciadora digital conocida como Epa Colombia, firmó un acuerdo con TransMilenio S.A. para reparar los daños que ocasionó cuando destruyó una estación del sistema en Bogotá.
El pacto, que será evaluado por un juez, mezcla compensación económica con medidas de resignificación pedagógica, una fórmula que pone a prueba el modelo de justicia restaurativa en escenarios altamente mediáticos.
El caso, ampliamente documentado, tiene su origen en un video viral. En él, Barrera aparece destruyendo puertas, torniquetes y equipos de la estación Molinos, en el sur de Bogotá. La escena, que circuló masivamente en redes, fue clave para que la Fiscalía la procesara por instigación al terrorismo, cargo por el cual hoy tiene una condena firme de 5 años y 3 meses de prisión, ratificada por la Corte Suprema.
100 millones de pesos
El nuevo acuerdo entre TransMilenio y la influenciadora contempla el pago de $100 millones como reparación parcial por los daños, valorados originalmente en más de $467 millones. Sin embargo, el componente más visible será el simbólico: Barrera deberá crear contenido en redes que promueva el respeto por lo público, además de realizar presencia en estaciones del sistema para interactuar con los usuarios.
“Estas son medidas que apelan a la pedagogía, a la reflexión pública, y que deben contribuir a que hechos como los de 2019 no se repitan”, señaló TransMilenio en una declaración oficial. También enfatizó que este acuerdo no supone la libertad automática de Barrera, ya que el beneficio debe ser evaluado por los jueces competentes.
Más allá del caso individual, este acuerdo reabre el debate sobre los límites de la influencia digital, las responsabilidades que implica tener audiencias masivas, y el papel que deben jugar las instituciones en la construcción de ciudadanía frente a actos de vandalismo con alto contenido simbólico.
En su momento, la Corte Suprema fue tajante: consideró que el video de Barrera tenía capacidad real de incitar a la violencia, en un contexto donde el país atravesaba una oleada de protestas sociales. Ahora, con este nuevo capítulo, la discusión se traslada del castigo a la reparación, de la viralidad del daño a la posibilidad de redención pública.





