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El triste relato de los niños que fingieron estar sin vida para salvarse en la escuela de Texas 

Aseguran que la Policía "tardó mucho" en llegar a la escuela y que escucharon más de 100 disparos

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Lo vivido el 24 de mayo en una escuela de Uvalde-Texas, no es más que una escena igual o peor a la de una película de terror. 19 niños y dos maestras, encerrados en un salón, resultaron fusilados a mansalva por Salvador Ramos.

Ramos, de 18 años, ingresó al recinto educativo y abrió fuego contra los menores; su objetivo era que todos fallecieran, pero algunos utilizaron el miedo y lo convirtieron en audacia; algo que les salvó la vida y les permite hoy contar la historia.

Algunos pequeños manifestaron a medios locales; que al ver todo lo que estaba ocurriendo alrededor; tomaron la sangre de las víctimas, se la untaron en el cuerpo y se tumbaron en el suelo; de manera que el tirador creyera que también estaban inertes.

Una de las niñas logró también tomar el teléfono de una de las maestras que Ramos ya había asesinado; y desde allí marcó al 911. Lo mismo hizo una menor llamada Anmarie, pero en su caso, él homicida la vio y le disparó en la cabeza.

Samuel Salinas, otro niño de 10 años que logró sobrevivir fingiendo estar sin vida; dijo que Salvador Ramos entró al salón y dijo «Buenas noches» e inmediatamente accionó su arma contra la muestra; luego mencionó «Van a morir todos» e inició la ráfaga de disparos.

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Los sobrevivientes aseguraron que pasaron más de una hora esperando a las autoridades; y que en ese tiempo escucharon más de 100 balazos, gritos, llanto y «música triste»; cuya procedencia aún es desconocida.

Residentes de Texas se unieron durante las últimas horas para hacer una vigilancia y orar por la memoria de los niños y las docentes caídas; y hasta ese sitio llegó la madre del tirador, quien notablemente conmovida pidió perdón a los padres de los niños.

También dijo que no sabía que su hijo había adquirido armas y mucho menos el plan que tenía orquestado. Aseguró que él no era una mala persona, y que «tenía sus razones» para cometer la matanza; por lo que pidió que no lo juzguen.

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Víctor Castro Gutierrez
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