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6 remedios naturales para combatir el reflujo gástrico

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El reflujo gástrico puede ser muy desagradable y puede provocar verdaderos problemas digestivos. Si son ocasionales y se deben a una mala digestión o a un exceso de estrés, algunos remedios caseros pueden ser suficientes para aliviar las molestias.

La acidez está presente de forma natural en el estómago: es esencial para digerir los alimentos y luchar contra una posible contaminación bacteriana. Pero a veces el ácido del estómago puede retroceder hacia el esófago, provocando síntomas como ardor de estómago (acidez gástrica) y problemas digestivos especialmente desagradables. Si el reflujo ácido es ocasional, los remedios de la abuela para reducir el exceso de acidez suelen ser suficientes para aliviarlo. Pero si se vuelven crónicas, no dude en acudir al médico, que encontrará el mejor tratamiento para usted.

Puede tratarse de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, o «ERGE», que es el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago (garganta). Relacionada con un fallo del músculo que cierra esta parte del tubo digestivo, la ERGE es una afección común en los adultos. El sobrepeso, las comidas copiosas, el tabaco, el alcohol… son factores que contribuyen a ello.

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Reflujo gástrico: ¿Cómo reducir la acidez?

Para amortiguar el exceso de acidez del contenido del estómago, apóyese en los llamados alimentos alcalinos. Algunas de ellas son especialmente interesantes en el caso del reflujo ácido:

  1. Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es conocido por neutralizar el exceso de acidez. Mezclar media cucharadita de bicarbonato de sodio en un vaso de agua tibia, con un chorrito de zumo de limón (para limitar la efervescencia en el estómago). Tomar antes de las comidas.

  1. Zumo de limón cada mañana

Para combatir el reflujo ácido, acostúmbrese a tomar por la mañana, en ayunas, medio limón exprimido en agua a temperatura ambiente. Los ácidos del limón se convierten en alcalinizantes una vez en el estómago.

  1. Arcilla blanca

Vierta 1 cucharadita de arcilla blanca en un vaso de agua con una cuchara de madera. Déjelo reposar toda la noche y beba sólo el agua (la arcilla descansa en el fondo del vaso) cada mañana al levantarse, durante 7 días. Al octavo día, mezclar la arcilla y el agua para beber el conjunto. Repetir si es necesario durante 3 semanas.

  1. Zumo de papas

Ralla una papa cruda y exprime el jugo a través de un colador o una gasa. Añade medio vaso de agua si el resultado te parece demasiado espeso y una cucharadita de miel para endulzar el sabor. Bebe antes de cada comida.

  1. Semillas de anís y comino

Para hacer una buena digestión y evitar el reflujo, después de cada comida, mastica e ingiere una mezcla de anís, comino y/o cardamomo.

6. jengibre en aceite esencial

En un cuarto de terrón de azúcar o en 1 cucharadita de miel, vierta 1 gota de aceite esencial de jengibre y 1 gota de aceite esencial de menta. Este tratamiento puede continuarse durante unos días para calmar el fuego, siempre que no se superen las 4 dosis diarias.

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James García Rodríguez
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