Nacen menos niños en Colombia: el país entra en fase crítica de cambio poblacional
La tasa de natalidad y su tendencia a la baja, ha causado preocupación en el país en los últimos años

Colombia atraviesa un fenómeno demográfico sin precedentes. Los nacimientos han caído de forma abrupta en todo el territorio nacional, marcando un giro en las tendencias reproductivas del país. Entre 2023 y 2024, el número de bebés registrados se redujo en más del 31%, una cifra que pone en alerta a las autoridades y expertos en población.
Según el informe más reciente del Dane, este descenso, que equivale a casi un tercio menos de nacimientos en solo un año, no solo refleja una caída en la fecundidad, sino que anuncia un cambio estructural que tendrá efectos duraderos en la economía y el bienestar social.
Actualmente, el promedio nacional de hijos por mujer es de apenas 1,1, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional. El impacto se percibe con mayor fuerza en regiones como Caldas, Quindío, Tolima y Antioquia, donde las tasas se aproximan o incluso caen por debajo de un hijo por mujer.
En cambio, zonas como La Guajira, Guainía y Vaupés aún mantienen promedios más elevados, gracias en parte a la vitalidad de las poblaciones indígenas y la migración fronteriza.
La caída se extiende a todo el país. Amazonas es el departamento con mayor variación negativa en nacimientos, con una baja del 48,1%. Bogotá reporta una disminución cercana al 45%, mientras en departamentos como Santander, Tolima y Caldas las reducciones superan el 39%.
Aunque algunos territorios como Vichada han experimentado un aumento en la última década —en parte gracias a la migración venezolana—, incluso esas zonas muestran retrocesos recientes: entre 2023 y 2024, los nacimientos bajaron más del 19% en ese departamento.
¿Qué hay detrás de este fenómeno?
Los expertos coinciden en que este patrón obedece a múltiples causas: mayores niveles de escolarización, acceso a métodos anticonceptivos, transformación de los proyectos de vida, precariedad económica y una migración interna e internacional que modifica la composición de la población fértil.
Además, el informe del Dane identifica cambios culturales profundos: las familias optan por tener menos hijos y priorizan otras formas de desarrollo personal y profesional.
También influye el envejecimiento poblacional. Cada vez hay menos mujeres en edad reproductiva, lo que también contribuye a la disminución de nacimientos.
Esta nueva realidad pone sobre la mesa debates urgentes. ¿Cómo garantizar la sostenibilidad del sistema pensional? ¿Qué estrategias deben implementarse para equilibrar una población cada vez más envejecida? ¿De qué manera afectará esto el crecimiento económico y el mercado laboral?
Aunque se espera que el ritmo de la caída se modere en los próximos años, las cifras de 2024 muestran que Colombia ha ingresado en una etapa definitiva de su transición demográfica.
Como lo advirtió el Dane en su informe: el país vive una transformación poblacional profunda, y es momento de prepararse para sus efectos.