“Sentía que el estómago me iba a estallar”: habla sobreviviente del licor adulterado en Barranquilla
La cifra de víctimas fatales del consumo de este licor, subió de 7 a 11 en las últimas horas

Barranquilla enfrenta una crisis de salud pública tras la intoxicación masiva por consumo de licor adulterado que ha dejado once víctimas mortales. Uno de los pocos sobrevivientes, Ricardo Manuel Molina Enríquez, contó su dramática experiencia desde una cama del Nuevo Hospital General, donde permanece en recuperación. Su testimonio revela no solo la gravedad del caso, sino la facilidad con la que estas bebidas circulan en sectores vulnerables de la ciudad.
Molina, de 60 años, dedicaba sus días a vender bolsas de basura en el mercado de Barranquilla. El pasado 23 de septiembre, según relató, decidió compartir unos tragos con amigos en la zona de La Magola, sin imaginar que ese consumo lo llevaría al borde del colapso.
“Tomamos desde mediodía hasta las 2:00 de la mañana. Muchos ya se habían ido, pero yo seguí un rato más. Fue entonces cuando empecé a sentirme muy mal”, contó el afectado. Horas después, comenzó a experimentar mareo, pérdida de visión, vómito y una presión intensa en el abdomen. Aun en medio del malestar, caminó por sus propios medios al hospital, aunque con dificultad extrema. “Daba dos o tres pasos y sentía como si la barriga fuera a explotar. Me fui quedando sin fuerzas”, relató.
La confesión
Ricardo confesó que no era la primera vez que consumía ese tipo de bebida. “Ese trago se consigue en botellas plásticas por $4.000, siempre lo vendían en el mercado. Lo había probado antes y no me había pasado nada”, dijo. Esta vez, sin embargo, su cuerpo no resistió.
La bebida, conocida popularmente como ‘cococho’, era fabricada en una casa bajo administración de la Sociedad de Activos Especiales (SAE). De acuerdo con las autoridades, el responsable de la mezcla, Nicolás Manuel Medrano, también fue una de las primeras víctimas fatales, tras probar el producto que él mismo había elaborado con alcohol metanol.
Las autoridades locales temen que aún existan botellas en circulación. La Policía Metropolitana ha intensificado operativos en sectores como Las Nieves, Rebolo y San Roque, donde históricamente se ha reportado venta de licor ilegal. En estas diligencias ya se han decomisado elementos usados para la producción y distribución del ‘cococho’.
Ante la emergencia, la Alcaldía de Barranquilla activó un Puesto de Mando Unificado (PMU) y no descarta extender las acciones de respuesta en caso de nuevos casos. “Estamos vigilando de forma permanente, identificando puntos de venta y reforzando los controles”, afirmó la secretaria de Salud distrital, Stephanie Araujo.
El relato de Molina refleja la dimensión del riesgo. Asegura que esta experiencia cambió su perspectiva. “Le doy gracias al Señor que me salvó. No quiero volver a probar eso. Uno piensa que no pasa nada… hasta que le pasa”.
Mientras tanto, la SAE evalúa medidas adicionales sobre el predio donde se fabricaba la bebida, y las autoridades continúan investigando para dar con todos los responsables. La alerta en Barranquilla se mantiene activa.





