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Trucos sencillos para conservar las fresas

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Las fresas son consideradas una de las frutas más beneficiosas para la salud, sin embargo, enfrentan un importante inconveniente, que radica en su rápida descomposición. Una diferencia clave con respecto a otras frutas como los plátanos o las naranjas, por ejemplo, es su falta de cáscara. Las fresas carecen de esta capa protectora, lo cual las expone mucho más a factores externos como la presión, la temperatura y los roces.

Además, es importante tener en cuenta que las fresas son altamente susceptibles al etileno, un gas natural liberado por ciertas frutas que acelera su proceso de maduración. Por consiguiente, si almacenamos las fresas cerca de peras, plátanos o manzanas, se deteriorarán rápidamente.

En consecuencia, las fresas son frutas sumamente sensibles que requieren precaución adicional para evitar su deterioro en la refrigeradora de un día para otro. Afortunadamente, podemos emplear diversos consejos prácticos para conservar las fresas.

El paso inicial y de mayor relevancia consiste en seleccionar las fresas de mayor calidad en la tienda de frutas. Debemos optar por aquellas que desprendan un aroma fresco, exhiban un color rojo intenso y presenten tallos de tonalidad verde. Es importante descartar aquellas fresas con un color pálido, cualquier signo de daño o tallos secos.

Una vez que hemos seleccionado unas fresas de apariencia agradable, al llegar a casa debemos asegurarnos de almacenarlas correctamente. Necesitamos utilizar un recipiente ventilado que permita la circulación de aire. De este modo, podrán respirar y evitarán volverse blandas.

Es recomendable colocar papel absorbente en el fondo del recipiente al guardar las fresas, ya que no toleran bien la humedad. Sin embargo, no es necesario cortar los tallos al guardarlas, sino que deben ser cortados justo antes de consumirlas. Después de colocar las fresas en la refrigeradora, es recomendable revisarlas ocasionalmente. En caso de detectar alguna que esté en mal estado, es necesario desecharla para evitar que afecte a las demás.

Finalmente, tenemos el método del vinagre, que es uno de los trucos más eficaces para conservar las fresas. El procedimiento es sencillo: antes de guardar las fresas, simplemente las lavamos con una solución de tres partes de agua tibia y una parte de vinagre. De esta manera, logramos eliminar eficazmente las esporas de moho. Sin embargo, es importante asegurarse de secarlas completamente después.

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Daniela López González
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