Hallaron fosa común en Guaviare con líderes religiosos y sociales
Se trata de personas que fueron reportadas como desaparecidas en distintas fechas

En medio de operativos coordinados entre el Ejército Nacional y la Fiscalía General de la Nación, fueron recuperados los cuerpos de ocho líderes sociales y religiosos en una fosa común ubicada en el municipio de Calamar, Guaviare. Las víctimas, todas reconocidas por su liderazgo comunitario y afiliación a iglesias evangélicas locales, habrían sido citadas por integrantes de las disidencias de las Farc antes de su desaparición.
La investigación señala que el grupo armado ilegal convocó a las víctimas entre el 4 y el 7 de abril de 2025, bajo el pretexto de interrogarlas sobre la posible presencia de otra organización armada en la zona o la conformación de una nueva estructura ilegal. Posteriormente, los líderes fueron conducidos a un predio abandonado, donde habrían sido asesinados.
El hallazgo de la fosa común se logró tras la activación de mecanismos de búsqueda urgente impulsados por denuncias de familiares y allegados, quienes reportaron la desaparición desde abril. El caso tomó relevancia nacional en mayo, cuando se conoció que las familias llevaban más de 40 días sin tener noticias de sus seres queridos.
Las víctimas
Las víctimas fueron identificadas preliminarmente como Jesús Valero, Carlos Valero, Marivel Silva, Isaid Gómez, Maryuri Hernández, Óscar Hernández, James Caicedo y Nixon Peñaloza Chacón. Las autoridades confirmaron que la orden de citarlos y posteriormente desaparecerlos habría provenido del entorno cercano a Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco, líder del Estado Mayor Central (EMC), una de las principales estructuras de las disidencias de las Farc.
“El hallazgo se originó en la activación de mecanismos de búsqueda urgente el pasado mes de abril, ante la denuncia que dio cuenta de la citación de estas personas por parte del frente primero ‘Armando Ríos’ de las disidencias de las Farc que delinquen en esa región”, explicó la Fiscalía a través de un comunicado oficial.
Según el ente acusador, la motivación detrás del crimen estaría relacionada con la intención de evitar que el ELN estableciera una célula armada en esta parte del departamento.
Familiares de las víctimas fueron informados del hallazgo mediante una reunión virtual, en la que la Fiscalía presentó los resultados de la operación forense y las labores de identificación.
El ambiente en Calamar sigue siendo tenso. La población denuncia el control estricto que mantiene el frente primero Armando Ríos sobre sus movimientos cotidianos. “Después de las seis de la tarde no se puede andar. Los cultos deben hacerse antes. Nos toca acatar, porque la vida está en juego”, afirmó un pastor local al medio Semana, cuando se conocieron los primeros indicios de la desaparición.