Exfuncionaria de Petro relata una noche de terror tras su salida del Gobierno
Robaron sus documentos personales, así como los de otros miembros de su familia

La salida de Angie Lizeth Rodríguez del círculo más cercano del presidente Gustavo Petro tomó un giro inquietante. A pocos días de dejar la dirección del Dapre y la Secretaría General de la Presidencia, la exfuncionaria difundió un video en el que asegura haber vivido un episodio que, según su versión, puso en jaque su seguridad y la de su familia.
Rodríguez narró que en la madrugada del 21 de noviembre su vivienda, ubicada en el barrio Los Molinos, en la localidad Rafael Uribe Uribe, fue invadida por cinco hombres vestidos de civil. Dijo que los sujetos treparon hasta la terraza del tercer piso alrededor de las 2:00 a. m. y permanecieron dentro del inmueble durante más de una hora, hasta las 3:17 a. m., según muestran las cámaras de seguridad.
El testimonio con el que abrió su declaración fue contundente: “Hoy, como directora del Departamento Administrativo de la Presidencia y secretaria general de la Presidencia de la República de Colombia, me permito denunciar que fui víctima de intimidación y de un hecho que atenta contra la seguridad de mi familia y de la mía”. A partir de ahí, su relato tomó un tono más grave: afirmó que los intrusos conocían con precisión los puntos débiles del sistema de vigilancia y las zonas privadas de la casa, lo que, dijo, descarta por completo un asalto improvisado.
Robaron sus documentos personales
Pese a que los desconocidos no se llevaron objetos de valor, sí extrajeron una bolsa azul con documentos personales y destruyeron dos alcancías de su hijo para llevarse únicamente las monedas que había en su interior. Para ella, ese gesto fue el golpe más amenazante de la incursión. “Lo único que se llevaron fueron las monedas de dos alcancías de mi hijo que estaban marcadas con su nombre. Las rompieron y se llevaron su contenido”, relató, asegurando que este acto la obligó a tomar la decisión de sacar al menor del país.
Rodríguez, quien hasta hace pocas semanas hacía parte del círculo más cercano del Gobierno, sostuvo que este episodio encaja en un patrón de presiones que se venían acumulando desde hacía meses. A su juicio, se trató de una maniobra para sacarla del cargo y sabotear el trabajo que realizaba “junto al presidente Gustavo Petro (…) en pro de garantizar el bienestar social de las y los colombianos”.
Dijo que la denuncia ya fue presentada formalmente ante la Fiscalía, con la respectiva noticia criminal, y que la Sijín está al tanto del caso. En medio de la controversia, agradeció las manifestaciones de respaldo que, según ella, ha recibido de sectores políticos, judiciales, de la prensa y de ciudadanos comunes.
A pesar del clima de tensión, Rodríguez reiteró su respaldo al jefe de Estado: “Reitero mi compromiso, agradecimiento y lealtad con el presidente de la República, Gustavo Petro. Y agradezco y reitero mi compromiso con el pueblo colombiano”.
En su mensaje final, insistió en que no se dejará amedrentar. “Saldremos más fuertes porque yo soy una mujer hecha a pulso, como la mayoría de los colombianos, y yo no tengo nada que esconder”, declaró antes de citar el Salmo 4: “‘En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque solo Dios me hace vivir confiada’”.
La renuncia de Rodríguez ya había despertado dudas en sectores políticos, pero sus afirmaciones añaden ahora un ingrediente explosivo: un presunto ataque nocturno, sin robos valiosos pero con señales, según ella, imposibles de ignorar. Una historia que, lejos de cerrarse, apenas comienza a levantar más preguntas.





