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Colombiano admirador de Bukele viajó al Salvador y lo arrestaron por tener un tatuaje

Por el tatuaje lo acusaran de pertenecer a las pandillas salvadoreñas

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Como José Antonio Potes Cáez, oriundo del Valle del Cauca, fue identificado el joven colombiano que terminó recluido en una cárcel de El Salvador. Al parecer, un tatuaje que lleva en su pecho fue suficiente para que lo acusaran de pertenecer a las pandillas salvadoreñas e ir a parar en reclusión.

Demostrando su admiración por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, Potes viajó hasta ese país centroamericano con el fin de conseguir oportunidades laborales, sin embargo, no contaba que en ese lugar iba a terminar privado de la libertad y acusado de pertenecer a la pandilla de los Maras.

¿De qué se le acusa al colombiano?

El tatuaje en el pecho de Potes, que se presume es la supuesta prueba de que es pandillero, es solo el nombre de su abuela con las fechas de nacimiento y defunción.

En medio de una entrevista, la madre del joven aseguró, “todas las noches lloro. No me lo dejan ver por ese régimen que hay allá”. Ante el hecho, la familia pidió ayuda de la Cancillería para resolver este caso, debido a que en su país de origen lo esperan su madre, su novia Marcela García y un hijo de 4 años.

Por el momento, el colombiano que viajó desde Rio Fuerte (Valle), permanece en una cárcel de alta seguridad y se le acusa de pertenecer a una célula de los maras en Colombia. En El Salvador, las autoridades policiales ven los tatuajes como una marca distintiva de los pandilleros.

Algunos expandilleros que ya pagaron sus condenas en cárceles estadounidenses aseguran que optan por quemar su cuerpo para tratar de ocultar sus tatuajes, pues el régimen de seguridad persigue sin descanso a cualquiera que parezca tener indicios de pertenecer a una pandilla.

Además, debido al estado de excepción de Bukele no hay el debido proceso contra los detenidos, es difícil explicar que ya cumplieron sus penas o que no pertenecen a una mara, como se les dice a las pandillas en El Salvador.

El gobierno del presidente Nayib Bukele  se ha caracterizado por usar el poder coercitivo del Estado e implementar una dura política de seguridad, a principios del año 2023 inauguró una megacárcel de 166 hectáreas  donde pueden recluir a unos 40.000 pandilleros.

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Angélica Díaz Torres
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