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Salud

Señales de que tu hígado no está bien

Cuidarlo y mantenerlo sano es importante para garantizar el buen funcionamiento del cuerpo

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El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo, toda vez que cumple funciones vitales como secretar una sustancia llamada bilis, la cual ayuda a quemar las grasas de lo que se ingiere y las prepara para que la digestión se haga en el tiempo y de la manera correcta. Además regula una buena parte de los químicos que pasan por el torrente sanguíneo, motivo por el cual es primordial mantenerlo sano.

La Clínica Mayo explica que «es el órgano interno más grande del cuerpo (el externo es la piel). Tiene un tamaño similar al de una pelota de fútbol americano y se ubica principalmente en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y encima del estómago».

Cuando algo anda mal con él, se genera lo que clínicamente se conoce como una enfermedad hepática, la cual puede producirse por los malos hábitos del paciente, o también por una cuestión hereditaria que aparecerá aún y cuando el cuidado del individuo sea perfecto. Factores que inciden mucho en el daño al hígado, son la obesidad, la ingesta excesiva de alcohol y los virus. 

maqueta del hígado con un estetoscopio, en busca de enfermedad hepática
Imagen: Freepik

Signos de que el hígado no está del todo bien

Cuando algo en el hígado no está marchando bien, se presentan algunas señales que se pueden confundir con un malestar general, pero también aparecen otros muy específicas que deben motivar a la persona a acudir a un médico. Entre estas últimas están las siguientes:

  • Picazón en la piel.
  • Aparición de moretones con facilidad y sin razón aparente.
  • Náuseas y vómito.
  • Heces de tono pálido.
  • Orina muy oscura.
  • Hinchazón y dolo en el abdomen.
  • Piel y ojos amarillentos.
  • Falta inusual de apetito.
  • Fatiga aguda.
  • Hinchazón en los tobillos y las piernas.

Cirrosis

Cuando no se tienen en cuenta los signos de alarma y se deja correr el daño en el hígado como si nada estuviese pasando, se produce una grave enfermedad llamada cirrosis, la cual en la mayoría de los casos puede ser de carácter terminal, sobre todo si se convierte en cáncer de hígado.

MedLinePlus define a este daño como «un conjunto de cicatrices» que se forman «por lesiones o enfermedades prolongadas. Este tejido no puede hacer lo que hace el tejido hepático sano: producir proteínas, ayudar a combatir las infecciones, limpiar la sangre, ayudar a digerir los alimentos y almacenar energía».

 

 

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