León XVI invita a reconciliarse antes de Navidad y llama a los jóvenes a ser constructores de paz
En su intervención, León XVI reflexionó sobre el significado cristiano de la paz, vinculándolo no solo a los grandes conflictos internacionales, sino a la vida diaria.
En la antesala de su primera Navidad como pontífice, el papa León XVI dirigió un mensaje centrado en la reconciliación personal y la paz cotidiana, durante un encuentro con jóvenes del movimiento Acción Católica en el Vaticano. Lejos de un llamado abstracto, el pontífice planteó un gesto concreto como preparación para la festividad: pensar en alguien con quien sea necesario restablecer un vínculo roto.
“Pensar en una persona con la que hacer las paces”, dijo el papa, al considerar que ese acto tiene un valor que supera cualquier obsequio material, pues “será un regalo más precioso que los que se pueden comprar en las tiendas”.
En su intervención, León XVI reflexionó sobre el significado cristiano de la paz, vinculándolo no solo a los grandes conflictos internacionales, sino a la vida diaria. “El nacimiento del Príncipe de la Paz nos revela el auténtico significado de esta palabra, paz, que no es solo la ausencia de guerras, sino una amistad entre los pueblos basada en la justicia”, expresó ante los jóvenes.
En los espacios más cercanos
El pontífice advirtió que ese ideal comienza en los espacios más cercanos, como la familia, la escuela, la parroquia y los entornos deportivos, donde —según afirmó— se construyen o se rompen los lazos de respeto. En ese sentido, insistió en que la paz no se impone desde afuera, sino que nace del interior de cada persona. “La paz es un don que, en realidad, solo se encuentra en el corazón”, afirmó, al tiempo que la definió como una forma concreta de dar testimonio cristiano.
Durante el encuentro, León XVI también invitó a los jóvenes a vivir la Navidad desde una actitud espiritual activa. Los animó a orar frente al pesebre y a pedir la gracia de anunciar esperanza, tal como lo hicieron los ángeles en el relato bíblico. “Cuando recen ante el pesebre, pidan ser como esos ángeles que proclaman la gloria y la paz de Dios a todos”, señaló.
El mensaje concluyó con un llamado a asumir un compromiso personal y colectivo. Para el papa, la paz no es solo una aspiración moral, sino una tarea diaria de quienes se reconocen como personas de buena voluntad. “Esta paz es el compromiso de toda persona de buena voluntad, y especialmente de nosotros, los cristianos, llamados no solo a ser buenos, sino a ser mejores cada día”, sostuvo.
Finalmente, León XVI aseguró que el camino junto a Jesús conduce a una libertad auténtica y a una felicidad orientada al servicio, especialmente hacia quienes más lo necesitan. “En compañía de Jesús serán verdaderamente libres y felices, dispuestos a ayudar a los demás, especialmente a los necesitados”, concluyó.
