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Quienes duermen de lado sufren de dolor de hombros

Pocos conocen este truco

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Dormir de lado suele sentirse seguro y cómodo. Muchas personas respiran mejor así, roncan menos y se relajan más rápido. El problema llega al despertar: hombro rígido, pinchazos al mover el brazo, hormigueo en la mano o la sensación de tener el hombro “aplastado”.

Si te suena familiar, no estás solo. Quienes duermen de lado son los que más se quejan de este tipo de molestias. La buena noticia es que no tienes que dejar de dormir de lado para mejorar. Con un pequeño ajuste en la forma en que colocas las almohadas, puedes aliviar mucha presión en el hombro.

En este artículo verás por qué aparece el dolor, cómo influye el colchón, y sobre todo, un truco sencillo para dormir de lado sin que el hombro sufra tanto. Todo explicado de forma clara y práctica.

Por qué quienes duermen de lado sufren dolor de hombros

La razón principal es simple: exceso de presión y mala alineación del cuerpo. Cuando duermes de lado, gran parte del peso recae sobre un hombro y sobre la cadera del mismo lado. Si el cuerpo no queda bien alineado, esa presión se concentra aún más.

El hombro no está hecho para soportar horas de peso directo sin descanso. Dentro del hombro hay una zona de músculos y tendones que ayudan a mover y levantar el brazo, lo que muchas personas conocen como manguito rotador. Cuando esta zona se aplasta contra el colchón, se irrita y se inflama con facilidad.

Si además la cabeza se inclina hacia un lado, la columna se curva y el cuello se tensa. Todo se conecta: cuello tenso, espalda alta rígida, hombro cargado. El resultado es el típico dolor al levantar el brazo o al intentar apoyar el peso sobre ese lado.

Qué le pasa al hombro cuando todo el peso del cuerpo cae sobre él

Imagina que tu hombro es como una esponja húmeda. Si la aprietas con la mano unos segundos, no pasa nada. Pero si la dejas aplastada toda la noche, la esponja pierde forma y se queda “chafada”.

Algo parecido ocurre con las estructuras del hombro. Cuando duermes de lado, la gravedad y el peso del torso empujan el hombro contra el colchón. Los músculos y tendones se comprimen, la circulación se reduce y algunas zonas se quedan medio “adormecidas”.

Por eso aparecen:

    Lee también:
  • Dolor sordo o punzante al despertar.
  • Hormigueo en el brazo o en la mano.
  • Sensación de entumecimiento, como si el hombro no respondiera bien.

Si noche tras noche la historia se repite, el hombro termina sobrecargado. Esa sobrecarga puede tardar en irse, incluso aunque un día duermas en otra postura.

Cómo influyen el colchón y la almohada en el dolor al dormir de lado

La elección de colchón para quienes duermen de lado importa más de lo que parece.

  • Si el colchón es muy duro, el hombro no se hunde lo suficiente. El punto de apoyo es muy pequeño y toda la presión se concentra justo en la articulación.
  • Si el colchón es muy blando, el cuerpo se hunde en exceso, la columna se curva y el hombro queda torcido hacia delante o hacia atrás.

La almohada también juega un papel clave. La altura debe ser la justa para que el cuello quede alineado con el resto de la columna, no doblado. Una almohada muy baja hace que la cabeza caiga hacia el colchón, y una muy alta empuja el cuello hacia arriba.

Cuando la gente busca la mejor almohada para dolor de hombro, suele necesitar una almohada con altura media o alta, y con suficiente firmeza para mantener la cabeza alineada.

Otras causas ocultas: postura, estrés y falta de movimiento

A veces el problema no empieza en la cama, sino durante el día. Pasar muchas horas con el móvil, con los hombros adelantados, o mal sentado frente al ordenador, deja la zona tensa antes de dormir.

Si además te mueves poco, no estiras y tienes la espalda y el cuello débiles, el hombro llega “cargado” a la noche. Luego, cualquier mala postura al dormir hace el resto. No hace falta ser experto para entenderlo: un hombro que ya está demasiado tenso se quejará antes.

El truco que pocos conocen para dormir de lado sin dolor de hombros

La clave está en algo muy simple: el hombro no debe ser el único punto que soporta el peso del cuerpo. Si repartes la carga entre brazo, pecho, costillas y rodillas, descargas el hombro y el dolor suele bajar.

Aquí entra el truco principal. Consiste en usar una almohada extra para “abrazar” y una posible toalla enrollada o almohada pequeña para crear un pequeño soporte bajo el torso. La idea es crear un apoyo cómodo, como si hicieras un pequeño nido alrededor del hombro.

En lugar de dejar que el brazo cuelgue o quede pegado al cuerpo, lo apoyas sobre la almohada. Así el peso del brazo no tira del hombro hacia abajo. Y al elevar un poco el torso, la presión no cae solo sobre la zona más delicada.

No tiene nada de complicado, pero puede cambiar por completo cómo se siente tu hombro al despertar.

El truco principal: cómo colocar una almohada para liberar el hombro que duele

Prueba esta forma de dormir paso a paso:

  1. Acuéstate de lado, pero con el hombro que duele hacia arriba, no contra el colchón. Es decir, si te duele el hombro derecho, túmbate sobre el lado izquierdo.
  2. Coloca una almohada firme entre los brazos, como si estuvieras abrazando algo. El brazo de arriba descansa sobre esa almohada, no cuelga ni queda cruzado delante del pecho.
  3. Ajusta la almohada de la cabeza. Debe llenar el espacio entre la oreja y el colchón para que el cuello quede recto, no ladeado.
  4. Si notas que el hombro que está abajo se clava un poco, usa una toalla enrollada o una almohada pequeña. Ponla bajo la parte alta del pecho y costillas, muy cerca del hombro, para que el peso se reparta entre el tórax y no solo en la articulación.

La idea clave es sencilla: el hombro de abajo no puede ser el punto donde cae todo el peso, y el hombro de arriba no debe quedar “colgando”. La almohada que abrazas libera tensión en los músculos que rodean el hombro, y el pequeño soporte bajo el torso reparte la carga.

Muchas personas notan que con este truco la sensación de hombro aplastado se reduce de forma clara después de algunas noches.

Truco extra: usar una almohada entre las rodillas para alinear la columna

Otro cambio que ayuda mucho es colocar una almohada entre las rodillas. No hace falta que sea una almohada especial; una de tamaño mediano, que puedas ajustar, suele ser suficiente.

Al poner la almohada entre las rodillas:

  • La cadera queda más alineada.
  • La columna se mantiene más recta.
  • Se reduce la torsión en la parte baja de la espalda.

Cuando la columna está mejor alineada, la parte alta de la espalda y los hombros se relajan. El cuerpo no tiene que hacer tanta fuerza para mantener el equilibrio y el hombro deja de “trabajar” tanto, incluso en reposo.

Qué tipo de almohada y colchón ayudan más a los que duermen de lado

Si duermes de lado casi siempre, vale la pena revisar tu colchón y tus almohadas. Una opción cómoda para muchos es un colchón de firmeza media, o media tirando a suave, que permita que el hombro se hunda un poco, pero que no deje que la espalda se doble.

La mejor posición para dormir de lado suele ser con la columna lo más recta posible, vista de frente. Para lograrlo, la almohada de la cabeza debe tener una altura media o alta, según el ancho de tus hombros. Personas con hombros anchos suelen necesitar más altura que las de hombros estrechos.

Sobre el material, muchas personas se sienten bien con:

  • Almohada cervical con forma adaptada al cuello.
  • Almohada viscoelástica que se adapta al contorno.
  • Almohada de plumas si prefieres algo más blando, pero que puedas “darle forma”.

Más que un modelo exacto, importa que pruebes qué altura te mantiene con el cuello alineado. Ese es el punto clave al elegir almohada para dormir de lado.

Errores comunes al dormir de lado que empeoran el dolor de hombros

Algunos hábitos de noche pueden estropear tus esfuerzos:

  • Apoyar la cabeza sobre el brazo: aplasta los nervios, corta la circulación y fuerza el hombro.
  • Dormir siempre sobre el mismo lado: el mismo hombro paga el precio una y otra vez.
  • Usar dos almohadas finas o una muy alta: el cuello se dobla hacia arriba y el hombro se adelanta.
  • Dormir casi boca abajo con el hombro torcido: la articulación queda girada en una posición forzada durante horas.

No hace falta cambiarlo todo de golpe. Empieza por uno o dos ajustes, como dejar de apoyar la cabeza en el brazo y añadir una almohada entre los brazos. Observa cómo responde tu cuerpo durante una semana.

Hábitos sencillos para cuidar el hombro si duermes de lado

El truco de la almohada funciona mejor cuando lo acompañas con pequeños gestos durante el día. No se trata de ejercicios complicados ni de grandes rutinas, solo de dar un poco de movilidad y descanso a la zona.

Si repites estos hábitos noche tras noche, el hombro acumula menos tensión. Al llegar la hora de dormir, la articulación está más suelta y la postura de lado se vuelve mucho más llevadera.

Estiramientos suaves antes de dormir para soltar cuello y hombros

Dedica cinco minutos antes de acostarte a estos estiramientos:

  • Círculos de hombros: de pie o sentado, lleva los hombros hacia arriba, atrás y abajo, en círculos amplios pero suaves, unas 10 veces.
  • Oreja hacia el hombro: sentado recto, lleva la oreja derecha hacia el hombro derecho, sin subir el hombro. Mantén 15 segundos, cambia al otro lado.
  • Abrazo de espalda alta: cruza los brazos delante del pecho, como si te abrazaras, y lleva las manos hacia los omóplatos. Redondea suavemente la parte alta de la espalda y respira hondo.

Los movimientos deben generar una ligera tensión y alivio, nunca un dolor fuerte. Si algo duele mucho, baja la intensidad o evita ese gesto.

Cuándo cambiar de lado o probar otra postura para proteger el hombro

Aunque te guste dormir de lado, intenta alternar el hombro sobre el que apoyas el cuerpo. Una noche sobre un lado, otra sobre el otro, o al menos cambiar de lado cuando te despiertes de madrugada.

Si el dolor está muy activo, puede ser buena idea dormir una parte de la noche boca arriba. En ese caso, coloca una almohada bajo las rodillas para que la zona lumbar se relaje y la espalda quede más cómoda.

Si el dolor en el hombro no mejora tras varias semanas, si no puedes levantar el brazo o si el dolor te despierta muchas veces por la noche, conviene consultar con un profesional de la salud. No se trata de asustarse, sino de revisar a tiempo si hay algo más que una simple sobrecarga.

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Margarita Martinez

Margarita Martínez es enfermera y redactora apasionada por el bienestar. Escribe sobre temas de estilo de vida, adolescencia y salud, combinando su experiencia clínica con una mirada cercana y humana.

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