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Salud

¿Cada cuánto se debe cambiar el cepillo de dientes?

De manera que la función de este siempre sea limpiar bien tus dientes

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El cepillo de dientes es un elemento vital y primordial en lo que a higiene personal respecta, de él depende la salud bucal y también la estética dental, y no puede pasar con uno mismo durante seis meses o un año, pues estarás haciendo nada, ya que la efectividad expira.

Expertos recomiendan cambiar cada tres meses el cepillo dental, de manera que la función de este siempre sea limpiar bien tus dientes, poder llegar a las zonas en las que se acumula la comida, cuidar el esmalte y en líneas generales lograr un cepillado de calidad.

Desgaste del esmalte

Cuando las cerdas del cepillo se desgastan, no solo no limpian de la manera correcta ampliando el riesgo de que haya bacterias en tu boca, sino que también se pueden volver ásperas y desgastar el esmalte, y este es único en la vida de cada uno, una vez se pierde no se puede regenerar.

Saber si las cerdas están desgastadas es muy fácil, ya que el daño es perceptible a la vista y al tacto. Generalmente las puntas se abren hacia los lados del cepillo, formando un efecto palmera. Además, al tacto se sientes duras y rasposas.

Transmisor de bacterias

En la transmisión de enfermedades los cepillos de dientes desempeñan un papel importante también pueden aumentar el riesgo de infección, ya que pueden servir como reservorio para los microorganismos.

Esto se debe a la retención y la supervivencia de microorganismos infecciosos en el cepillo de dientes. El ambiente húmedo y poco aireado favorece la acumulación y crecimiento de bacterias.

Cambiarlo después de una enfermedad

La recomendación de los médicos es cambiarlo cada tres meses, pero si tu cepillo no tiene un mes y tú presentante una enfermedad, debes cambiarlo inmediatamente te hayas recuperado, independiente de que esté lejos o cerca de cumplir el tiempo establecido.

Recuerda que el cepillo entrará en contacto con las bacterias y gérmenes que produzca esa enfermedad, y si lo mantienes después de curarte, le estarás devolviendo a tu cuerpo todo lo malo que se quedó entre las cerdas y podrías entrar en un ciclo de padecimientos que afectarán tu salud.

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María Vargas Jimenez
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