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Colombia

Así es como habrían creado lluvia en Colombia durante sequía en 1984  

La Lluvia artificial se logra mediante el bombardeo de nubes con partículas de yoduro de plata y electricidad estática

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En medio de la preocupante temporada de sequía que enfrenta Colombia en la actualidad, es interesante recordar que no es la primera vez que el país pasa por una situación similar. En 1984, durante una sequía igualmente preocupante, se implementó una técnica en la sabana de Bogotá, logrando resultados sorprendentes.

Durante dicha sequía, Néstor Fonseca Herrera, ingeniero civil de la Universidad Nacional de Colombia, contó a El Tiempo que trabajaba en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EEAB). Junto con un equipo de expertos, se enfrentó al desafío de encontrar una solución para mitigar los efectos de la sequía en la sabana de Bogotá. Fue entonces cuando surgió la idea de utilizar la lluvia artificial.

¿Cómo se logra la lluvia artificial?

Se logra mediante el bombardeo de nubes con partículas de yoduro de plata y electricidad estática. Estas partículas actúan como núcleos de condensación, lo que provoca la formación de gotas de lluvia. La electricidad estática, por su parte, induce a la coalescencia de estas gotas, aumentando su tamaño hasta que su peso las obliga a caer en forma de lluvia.

“Lo que entendimos fue que era algo así comoinseminar un químico en las nubes de ciertas características para que pasaran de estado gaseoso a líquido y así arreciara. Había nubes bebés, medianas y grandes”, contó a ese medio el ingeniero.

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Foto: Freepik

Para llevar a cabo este proceso, se utilizó una avioneta de hélice. En la parte inferior de la avioneta se colocó una caja llena de pequeños tubos que contenían yoduro de plata. Estos recipientes se soltaban dentro de la nube a través de una escotilla.

Durante tres meses, se realizaron tratamientos en 4 o 5 nubes al día. Aunque la cantidad de lluvia generada no era suficiente para llenar embalses, sí brindó alivio a los campesinos que necesitaban riego en sus campos. Fonseca recuerda que lograron que lloviera en lugares como Chía y Zipaquirá, y recibían informes de personal en terreno que les informaba sobre el éxito de la técnica.

“Logramos que lloviera en Chía, en Zipaquirá, y lo supimos porque teníamos personal en terreno que nos iba informando por radio. Sin embargo, hay mucha gente que dice que eso no sirvió, pero no es verdad”, concluyó.

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María Vargas Jimenez
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