El Salvador militariza oficialmente la educación con la nueva ministra
El presidente Nayib Bukele hizo oficial el polémico e inédito nombramiento

Con un enfoque marcadamente disciplinario y nacionalista, Karla Trigueros, recién nombrada ministra de Educación, Ciencia y Tecnología de El Salvador, ha empezado a redefinir las reglas de comportamiento y formación cívica dentro del sistema educativo público. Trigueros, capitán del ejército y médico de formación, fue juramentada el 14 de agosto por el presidente Nayib Bukele, en un nombramiento que consolida la presencia de perfiles militares en áreas clave del gobierno.
Desde su llegada al cargo, la funcionaria ha emitido una serie de disposiciones dirigidas a reforzar la presentación personal, el orden institucional y la identidad nacional en los centros escolares. Una de las primeras acciones fue instruir a los directores a supervisar personalmente el ingreso de los estudiantes, verificando el uso adecuado del uniforme, cortes de cabello “adecuados”, y saludos respetuosos. Esta medida, implementada a partir del 20 de agosto, fue formalizada en un memorando que advierte que el incumplimiento por parte de los directivos será considerado una falta administrativa grave.
A través de sus redes sociales, Trigueros manifestó: “Este día envié este memorándum para todos los directores de escuelas e institutos a nivel nacional, para que asuman su rol como modelos de orden y disciplina para nuestros estudiantes”.
“Lunes cívicos”: nueva actividad obligatoria en las escuelas
Como parte de una segunda fase de su plan, el Ministerio también estableció la implementación obligatoria de los denominados “lunes cívicos” en todos los centros educativos públicos, comenzando el 1 de septiembre. Esta iniciativa incluirá actividades protocolares semanales como el ingreso y retiro del pabellón nacional, la entonación del himno, una oración a la bandera y una ponencia estudiantil sobre figuras históricas o hechos relevantes del país.
La medida contempla una asignación de $300 por escuela para cubrir elementos simbólicos como guantes blancos para los abanderados y banderas. Según la ministra, la actividad busca fortalecer “la identidad nacional, los valores cívicos y la disciplina” entre los estudiantes.
El protocolo fue definido como el “mínimo requerido”, aunque se alentó a los centros a ampliarlo según sus posibilidades y contexto.
Perfil militar y control institucional
La llegada de Trigueros al Ministerio de Educación ha sido interpretada como una extensión del modelo de gestión que el presidente Bukele ha promovido en otras áreas del Estado: operatividad militar, control institucional estricto y disciplina como eje de transformación. Trigueros ya había participado en tareas logísticas clave durante la pandemia, como la distribución de vacunas y la coordinación de acciones sanitarias a nivel nacional.
Durante su discurso de juramentación, Bukele destacó que la ministra reúne “la capacidad, el liderazgo y el compromiso necesarios para impulsar una transformación profunda en nuestro sistema educativo”, y agregó que “su misión será preparar a las futuras generaciones para enfrentar con éxito los desafíos del mañana y alcanzar los más altos estándares de calidad que demandará el nuevo El Salvador que estamos construyendo”.
Las nuevas medidas, aunque vistas por algunos sectores como un intento por recuperar la autoridad en las aulas y fortalecer la identidad nacional, también han despertado cuestionamientos sobre el creciente protagonismo de mandos militares en áreas civiles y el impacto de esta lógica disciplinaria en la vida escolar cotidiana.