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Salud

Riesgos del uso de laxantes para bajar de peso

Desde hace algún tiempo se ha convertido en una práctica habitual para algunas personas

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Los laxantes son medicamentos que se consumen para acelerar los movimientos del intestino y facilitar la cantidad o frecuencia de las evacuaciones fecales. Consumirlos para “adelgazar” puede generar graves consecuencias como la incontinencia fecal, calambres en diferentes partes del cuerpo, somnolencia, fatiga, resequedad de boca, estreñimiento, dolores de cabeza y malestar estomacal.

Desde hace algún tiempo se ha convertido en una práctica habitual para algunas personas el hecho de usarlos para tratar de bajar de peso, pero estos no sirven como un método para adelgazar ni ayudan a quemar grasas.

Al respecto, de acuerdo con los resultados de un estudio realizado en Barranquilla (Colombia), con jóvenes de 14 a 18 años en los que prevalecían conductas de riesgo asociadas con bulimia, el 18,2 % admitió que incurría en este tipo de prácticas.

Adicionalmente, se considera que quienes presentan tendencia a desarrollar sobrepeso u obesidad son más propensos a hacerlo. Aunque hay que aclarar que esto no está limitado solo a jóvenes, las personas adultas también se ven implicadas.

En relación con la efectividad de los laxantes para bajar de peso, no está de más aclarar que no está probada. Y es que el peso que se pierde está constituido por fluidos. Los laxantes suelen afectar el funcionamiento del intestino grueso, ayudando en el tránsito de las heces. Sin embargo, no eliminan grasa subcutánea acumulada en el cuerpo. Esta se puede perder de otras maneras, con dieta y entrenamiento.

Consecuencias

Los médicos afirman que las personas que consumen con regularidad laxantes y diuréticos pensando erróneamente qué perderán peso más rápido, pueden tener problemas como:

  • Trastornos e irritaciones estomacales, en el colon y el intestino.
  • Diarrea excesiva: que puede derivar en deshidratación por pérdida de sodio, electrolitos y minerales esenciales, esto puede producir mareos severos.
  • Pérdida de potasio: que ocasiona problemas musculares y arritmias cardíacas.
  • Trastornos alimenticios como anorexia nerviosa y bulimia.
  • Aumento del riesgo de cualquiera de los tipos de diabetes que existen.
  • Aumento del ácido úrico: provoca la aparición de la enfermedad llamada “Gota”, una tipología de artritis que aparece por una acumulación excesiva de ácido úrico.

Para perder peso de manera saludable, se debe acudir a un médico especialista, quién tras estudiar el caso, adaptará un plan alimenticio que lo combinará con la práctica de ejercicio regular.

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María Vargas Jimenez
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