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Lo que debes saber de la Reforma Pensional aprobada por el Congreso

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El sistema pensional de Colombia ha sido objeto de intensos debates y reformas en los últimos años. Recientemente, el Congreso aprobó una de las principales iniciativas del gobierno Petro, una transformación radical del modelo existente. Esta reforma tiene implicaciones significativas en varios frentes, desde la sostenibilidad fiscal hasta el funcionamiento del mercado de capitales. A continuación exploraremos los cinco puntos clave de esta reforma, analizando su alcance, sus desafíos y sus potenciales impactos en la sociedad colombiana.

1. Unificación de los regímenes público y privado

Una de las características más destacadas de la reforma es la integración de los dos sistemas pensionales existentes: el régimen público administrado por Colpensiones y el régimen privado de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Anteriormente, estos sistemas competían entre sí, lo que generaba desequilibrios y presiones fiscales. Ahora, se busca que ambos se complementen, estableciendo un sistema de pilares que permita a los trabajadores cotizar en el régimen público hasta un determinado umbral salarial y, si lo desean, canalizar el excedente hacia los fondos privados.

Umbral de cotización en Colpensiones

Un aspecto clave de esta integración es el umbral de cotización obligatoria en Colpensiones, que quedó finalmente establecido en 2,3 salarios mínimos. Este umbral fue objeto de intensos debates, ya que inicialmente se planteó un límite de 4 salarios mínimos, lo que habría dejado a la mayoría de los trabajadores cotizando exclusivamente en el régimen público. Sin embargo, tras las deliberaciones, se optó por un umbral más bajo, buscando un equilibrio entre la sostenibilidad fiscal y la cobertura pensional.

Implicaciones fiscales y sostenibilidad

La definición del umbral de cotización tiene importantes implicaciones fiscales. Un umbral más alto habría aumentado el flujo de recursos hacia Colpensiones, lo que, si bien podría extender la vida del fondo de ahorro, también generaría una mayor obligación del Estado para cubrir las pensiones futuras. Por el contrario, un umbral más bajo, como el aprobado, reduce los subsidios del régimen público, pero plantea la necesidad de una reforma adicional en un plazo de 15 años para ajustarse a los cambios demográficos.

2. Administración del Fondo de Ahorro Pensional

Una de las preocupaciones centrales en torno a la reforma era la gestión de los recursos provenientes de las cotizaciones pensionales, especialmente ahora que la mayoría de estos fondos se concentrarán en el régimen público. La decisión del Congreso de otorgar la administración del fondo de ahorro del pilar contributivo al Banco de la República (BanRep) ha sido ampliamente aplaudida por los expertos.

Al delegar esta responsabilidad al BanRep, se genera mayor confianza y se limita la posibilidad de que el gobierno utilice estos recursos para fines distintos a los del sistema pensional. Además, se establece que las inversiones del fondo deben ser diversificadas, buscando optimizar la rentabilidad y la estabilidad de las mesadas pensionales.

Impacto en el mercado de capitales

La reforma también aborda las implicaciones en el mercado de capitales colombiano. Dado que los fondos privados de pensiones eran los principales tenedores de bonos de deuda pública, su disminución podría generar un vacío en la demanda. Sin embargo, el fondo de ahorro administrado por el BanRep puede suplir una parte de esta necesidad, evitando presiones excesivas sobre el financiamiento del Estado.

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3. Régimen de transición y aplicación de la reforma

La reforma establece un régimen de transición que determina a quiénes se les aplicará el nuevo sistema. Según lo aprobado, la reforma regirá para las mujeres que tengan menos de 750 semanas cotizadas y los hombres con menos de 900 semanas. Aquellos que superen estos umbrales continuarán en el sistema actual.

Para quienes les aplique el nuevo régimen, se contempla la entrega de un bono pensional, aunque aún no se ha definido con claridad el monto y las condiciones de este beneficio. La reforma entrará en vigencia el 1 de julio de 2025, lo que implicará un aumento significativo en la población afiliada a Colpensiones.

Algunos expertos han cuestionado que la transición se base únicamente en el tiempo cotizado, sin tener en cuenta la edad de las personas. Esto podría generar situaciones en las que individuos cercanos a la edad de jubilación se vean afectados por los cambios, a pesar de haber cotizado durante largo tiempo.

4. Sistema de subsidios para adultos mayores

La reforma también aborda el pilar solidario, destinado a mejorar las condiciones de los adultos mayores que no lograron obtener una pensión. Se destaca la ampliación de los beneficios del programa Colombia Mayor, tanto en el monto del subsidio como en el número de beneficiarios.

Además del pilar solidario, la reforma introduce el pilar semicontributivo, dirigido a las personas que no lograron cumplir con las semanas requeridas para pensionarse, pero sí realizaron aportes. Estos individuos recibirán una renta vitalicia basada en sus contribuciones, con subsidios adicionales en función de su situación de pobreza y género.

Con estas medidas, se espera duplicar la cobertura de adultos mayores que acceden a un ingreso durante su vejez en el primer año de la reforma, alcanzando una cobertura del 87% al 2052. Esto se logra gracias a la reducción de los subsidios a los pensionados de Colpensiones, lo que permite destinar más recursos a los programas de asistencia a la población vulnerable.

5. Esfuerzos por reducir la brecha de género

Una de las inequidades más evidentes en el sistema pensional colombiano es la brecha de género en el acceso a las pensiones. La reforma aborda este desafío a través de diversas medidas.

Mientras que para los hombres se mantiene el requisito de 1.300 semanas cotizadas, para las mujeres este requisito se reducirá gradualmente hasta llegar a 1.000 semanas en 2036. Adicionalmente, las mujeres podrán descontar 50 semanas por cada hijo, hasta un máximo de 3 hijos.

Según el gobierno, estas medidas ampliarán en un 22% la probabilidad de que una mujer en Colombia logre acceder a una pensión. Sin embargo, dado que las mujeres suelen tener ingresos más bajos y más interrupciones en sus carreras, la brecha en el monto de las pensiones podría incrementarse, generando mayores costos fiscales para cubrir estos subsidios.

Sara Gonzalez
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