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Colombia

La verdad detrás del extraño fallecimiento de un sacerdote en bar de Medellín

Era oriundo del municipio de Planeta Rica-Córdoba

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El fallecimiento del sacerdote Javier Eduardo González, quien perdió la vida la madrugada del sábado 4 de febrero al interior de un bar de la ciudad de Medellín, ha generado mucho desconcierto en torno a las condiciones en las que se generó el deceso.

Las autoridades están detrás de todas las pistas que pueda esclarecer el caso, entre ellas 10 horas de grabación de cámaras de seguridad. Por el momento, la Policía confirmó una verdad, y es que efectivamente el religioso resultó víctima de robo, motivo por el cual cuando levantaron su cuerpo no tenía sus documentos consigo.

«Dentro de las primeras evidencias que tenemos, sí, resultó objeto de un hurto y la causa de la muert3 aún no se ha establecido» , indicó José Miranda, subcomandante de la Policía del Valle de Aburrá.

Se cree que el sacerdote sufrió los efectos de la escopolamina, la cual aparentemente le proveyó la persona que lo acompañaba dentro del bar, misma que presuntamente se llevó sus pertenencias. Sin embargo, esta hipótesis no está plenamente confirmada hasta la fecha, aunque lo que sí está claro es que ese sujeto que estaba con él lo dejó solo después que se desplomó sobre la mesa.

Foto: Freepik

Recordemos que cuando el cura cayó desmayado en su mesa, los empleados del bar pensaron que estaba muy borracho y decidieron sacarlo a las afueras del establecimiento, pero de esa manera se dieron cuenta que no tenía signos vitales y llamaron a las autoridades.

Condolencia por la partida del sacerdote

Familiares, amigos y feligreses que recibían la santa misa del sacerdote González, han manifestado expresiones de duelo y a la vez repudio a través de sus redes sociales, en donde además han pedido que se haga una investigación minuciosa para que haya justicia.

«Desde muy joven tuvo la vocación religiosa porque siempre fue una persona muy amable, dispuesta a ayudar», expresó uno de los familiares de la víctima en entrevista con el diario El Colombiano. Asimismo lo recuerdan «como una persona muy amable y noble, que ahora está junto al Dios del que durante su vida profesó su palabra», que además era muy apasionado por el fútbol.

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Víctor Castro Gutierrez
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