Insólito: una mujer tuvo relaciones con un delfín
En la década de los sesenta, la NASA tuvo la iniciativa de hacer un extraño experimento, con la intención de buscar puentes de comunicación entre los humanos y los delfines. Los investigadores encargados de este estudio fueron los astrónomos John Lily y Frank Drake y Margaret Howe quien se unió al equipo tiempo después, en 1964. En ese momento, el experimento desencadenó todo tipo de comentarios. De hecho, hoy día sigue generando cuestionamientos sobre la pertinencia y lo que pasó en medio de una prueba científica.
Durante el experimento, Howe conoció a ‘Peter’, el delfín que estaban estudiando en el laboratorio “Casa del Delfín”, ubicado en las Islas Vírgenes. Fueron varios meses en los que esta naturalista realizó ensayos con el delfín para “enseñarle” a proferir sonidos similares a los que hace una persona. Howe se interesó tanto que llegó hasta el punto de vivir en el laboratorio, para pasar más tiempo con el animal.
Ella decidió usar como método de acercamiento, el mismo que usa una madre o profesora para enseñarle a un menor a comunicarse. Para lograr esto, debía pasar las 24 horas del día con Peter, a modo de inmersión.
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Christopher Riley, director de un documental producido por la cadena británica dijo a BBC: “No creo haber oído un ejemplo de ‘Peter’ entrando y diciendo espontáneamente ‘Hola Margaret’, pero él lo decía a menudo después de que ella lo hubiera dicho, era una imitación muy buena, su pronunciación no era buena, pero sí su entonación, su inflexión, y se identificaban algunas sílabas”.
Por esto, Howe comenzó a ser conocida como “la chica que hablaba con delfines”, justo el nombre que se le dio a la cinta. “El proyecto se cerró rodeado de rumores y controversia, y Margaret eligió no hablar de ello durante 50 años”, dijo el productor del filme, en alusión a un hecho que trascendió más allá de la investigación y causó polémica.
¿Qué pasó con Margaret Howe y el delfín?
El tiempo que la mujer pasaba con el mamífero acuático hizo que ambos establecieran un vínculo no previsto en el experimento. Del animal se empezó a percibir una conducta de acercamiento y afinidad que no sucedía con otras personas en el laboratorio. Lo que fue calificado de “insólito” fue que supuestamente hubiese encuentros sexuales.
Si el animal llegaba a denotar una necesidad de ese tipo, lo que procedía era que tuviese que ser llevado a otro lugar en el que solían estar dos delfines hembra. Sin embargo, eso no ocurrió con ‘Peter’, pues para no detener las pesquisas científicas se optó por otra alternativa.
“Se convirtió en una parte más de lo que estaba pasando, como una picazón, solo hacía falta rascarla para quitársela de encima y seguir adelante (…). Me parece que eso estrechó el vínculo, no por la actividad sexual, sino que ya no había interrupciones. Y eso era todo”, dijo Howe Lovatt según recopiló BBC. La mujer agregó que “estaba allí para conocer a ‘Peter’, y eso era parte de Peter”.
La divulgación de que la mujer sostenía un vínculo sexual con ‘Peter’ llevó a que el proyecto no alcanzara los resultados esperados y ante sospechas de que un neurocientífico estaba utilizando LSD en animales. La pérdida de financiación derivó en que el cetáceo fuera trasladado a otra zona en Miami donde murió poco después a causa de pena moral por su separación de Howe.
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