Ataques simultáneos de las disidencias de ‘Iván Mordisco’ vuelven a estremecer el norte del Cauca
En Jambaló, la estación de Policía se convirtió en el epicentro del enfrentamiento. Desde antes del amanecer los uniformados permanecen atrincherados tratando de resistir la arremetida.
El norte del Cauca vivió una nueva jornada de violencia tras los ataques coordinados que grupos armados ilegales ejecutaron en la mañana de este miércoles en Jambaló y Silvia. Hombres armados, vestidos con prendas de uso privativo de la Fuerza Pública, irrumpieron en los cascos urbanos, ordenaron a los residentes abandonar sus casas y arremetieron con disparos y explosivos contra las unidades policiales que intentaban contener la ofensiva.
En Jambaló, la estación de Policía se convirtió en el epicentro del enfrentamiento. Desde antes del amanecer los uniformados permanecen atrincherados tratando de resistir la arremetida. El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) advirtió que “la población reporta temor, interrupción de actividades y riesgo para viviendas, sedes educativas y procesos comunitarios”. Minutos después, la misma organización lanzó otra alerta al conocer que los hostigamientos se extendían hacia Silvia.
Tiempo de hostigamientos
Estos hechos se producen en medio de un deterioro acelerado de la seguridad en el departamento. En días recientes, Mondomo, en Santander de Quilichao, fue blanco de un ataque con explosivos que dejó seis personas heridas y afectó más de un centenar de viviendas. El incremento de la actividad armada coincide con la aparición en video de ‘Iván Mordisco’, jefe de las disidencias responsables de estos ataques.
En la grabación, difundida desde una zona selvática, Mordisco lanza amenazas contra el Gobierno, periodistas y el proceso electoral de 2026. También defiende prácticas como el reclutamiento de menores y advierte posibles represalias contra quienes lideren acciones militares en su contra.
Las declaraciones y los recientes hostigamientos han encendido las alarmas entre autoridades y comunidades indígenas, que denuncian un escenario de riesgo creciente para la población civil mientras continúan los combates en varias zonas del departamento.





