A un joven le amputaron las piernas debido a que comió sobras de comida
Pasada media hora desde las primeras molestias, ya estando en el hospital, la respiración del joven empezó a acelerarse
Un joven de Boston, Estados Unidos, perdió sus dos piernas luego de contraer una infección que se expandió rápidamente, al punto que los médicos no hallaron otra solución más que amputárselas. La conmoción empezó cuando el adolescente llegó a la casa de su amigo y se comió un pollo con pasta y arroz que se había quedado del día anterior.
Todo se imaginó menos que esa decisión, la cual aparentaba ser normal, resultaría en una tragedia. En menos de una semana el joven ya se encontraba en una unidad de cuidados intensivos.
New England Journal of Medicine, una revista académica, se encargó de compilar el caso. Pese a que ocurrió el año pasado, volvió a tomar relevancia en 2022 debido a que hicieron una recreación animada de la ruta que tomó la infección.
La revista académica señaló que el joven, no había experimentado anomalías el día después de consumir estos alimentos. Sin embargo, con el paso de las horas las cosas empezaron a empeorar luego de que el joven registrara vómitos y dolor abdominal. Dichos síntomas estuvieron acompañados por escalofríos, dificultad para respirar y afectación de la visión; siendo los primeros indicios de que su salud se estaba deteriorando.
Seguidamente le ordenaron una serie de exámenes, sin embargo el joven decía que en una escala de 0 a 10, el dolor que sentía era de 8. Mientras tanto le estaban suministrando varios medicamentos, y los familiares y el personal médico esperaban expectante de los resultados para saber, a ciencia cierta, qué estaba pasando.
Pasada media hora desde las primeras molestias, ya estando en el hospital, la respiración del joven empezó a acelerarse, por lo que fue necesario que se le suministrara asistencia de oxígeno. El panorama para él no era nada alentador, pues su presión arterial empezó a disminuir, sin embargo lo que llevó a un mayor desconcierto fue que los pulsos en uno de sus pies eran bajos.
En ese punto, y tras empeorar su estado, el adolescente fue trasladado a otro hospital donde fue necesario que lo intubaran. En su cuerpo eran perceptibles sarpullidos y una erupción “rápidamente progresiva”, que terminó expandiéndose a varias zonas como la cara, el abdomen, el pecho y las piernas.
Finalmente, el equipo médico concluyó que el joven había contraído Neisseria meningitidis, una infección bacteriana que le generó afectaciones en su hígado y coágulos en su sangre. Esta, y el desarrollo de gangrena, había derivado en un caso severo de septicemia meningocócica y llevó a que perdiera sus piernas desde la rodilla, concluyó New England Journal of Medicine.
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