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7 cosas que decir y no decir a un ser querido que quiere perder peso

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¿Sus palabras ayudan o perjudican los esfuerzos de su ser querido por perder peso? Si un ser querido tiene sobrepeso, puede preocuparse y querer intervenir. Al fin y al cabo, un índice de masa corporal (IMC) elevado se asocia a un mayor riesgo de sufrir problemas de salud como la diabetes de tipo 2, las enfermedades cardíacas y el cáncer, así como a una mala calidad de vida.

La pérdida de peso es un tema delicado y una elección personal. Si quieres hablar con tu amigo o familiar sobre el tema, un enfoque cuidadoso puede ayudarte a transmitir tu mensaje, si es bienvenido, sin herir los sentimientos de tu ser querido. Hablar con un ser querido sobre el peso y la pérdida de peso puede ser extremadamente desencadenante para esa persona. El tiempo y la empatía son dos factores clave a la hora de mantener una conversación. La mayoría de los intentos por parte de otros tienden a provocar intensos sentimientos de vergüenza y humillación, lo que probablemente fomenta que se siga evitando la discusión.

Como ocurre con muchos temas difíciles, cuando se habla de perder peso, lo que cuenta no es sólo lo que se dice, sino cómo se dice. Este es un tema realmente delicado y las palabras lo son todo a la hora de hablar con tus seres queridos.

Aquí tienes lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer al hablar con un ser querido sobre la pérdida de peso.

  1. No digas: «Deberías ponerte a dieta»

Evita palabras acusadoras como «debes» o «deberías». Esto puede parecer una crítica y tu ser querido puede sentirse juzgado. Los consejos simplistas como «por qué no comes menos y haces más ejercicio» tampoco son muy útiles. Estos consejos dan la impresión de que el control del peso es fácil, cuando en realidad es muy difícil y complejo. Además, es probable que tu ser querido haya escuchado este tipo de consejos antes. Asume que la persona con sobrepeso ya ha probado muchas dietas y trátala como una experta en su propio cuerpo. Si están dispuestos a hacer un cambio, puedes preguntarles: «¿Qué has probado antes? ¿Qué es lo que mejor te ha funcionado?».

  1. Pide permiso

Si te preocupan los efectos del peso de tu ser querido en su salud, empieza por pedirle permiso para hablar de ello. Si no quieren hablar de ello, respeta su decisión y hazles saber que estás disponible si cambian de opinión. Podrías decir: «Estoy aquí para ti cuando necesites apoyo». Mejor aún, espera a que tu ser querido saque el tema. Cuando lo hagan, escucha, empatiza en lugar de intentar encontrar una solución para cambiarlos. Con su permiso, puedes compartir información útil. Si tienen un problema relacionado con el peso, como la osteoartritis, y le dan información voluntaria sobre su dolor de rodilla, puede aprovechar la ocasión para iniciar una conversación.

Si la persona ha expresado que no quiere hablar de su peso, escucha y respeta ese deseo. No sigas sacando el tema del peso de alguien si ya ha expresado que no quiere hablar de ello. Confía en que acudirán a ti si se convierte en un tema del que quieren hablar.

  1. Demuestra tu amor

Dado que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de una multitud de problemas de salud, incluidos los mencionados anteriormente, puedes tener una conversación franca con tu ser querido sobre su salud general. Es importante centrarse en la salud más que en el peso o la apariencia en sí. Explica que tu preocupación es porque te preocupas por ellos. Envía el mensaje de que vienes desde un lugar de amor y no de crítica. Por ejemplo: «Siempre te querré, no importa lo que seas, pero como te quiero tanto, quiero asegurarme de que vivamos una vida larga y saludable juntos». También puedes invitarles a compartir sus puntos de vista de forma cariñosa. «Por ejemplo, puedes decir: «Me preocupa tu salud por tus antecedentes familiares de diabetes.

  1. No digas: «¿Vas a comer todo eso?

Antes de criticar, ten en cuenta que meterse con la persona amada no suele conducir a un cambio positivo. No hagas de «policía de la comida» ni hagas comentarios críticos sobre lo que la persona come, aunque haya dicho que está intentando perder peso. El control de la comida suele desencadenar culpa y vergüenza, lo que a su vez puede desencadenar una alimentación emocional.

Las investigaciones también demuestran que hacer comentarios negativos a un ser querido puede ser perjudicial. Un estudio publicado en junio de 2016 en la revista Eating and Weight Disorders descubrió que las mujeres que recordaban a sus padres haciendo comentarios sobre su peso cuando eran niñas estaban más insatisfechas con su peso cuando eran adultas. Además, avergonzar a alguien no es una forma eficaz de conseguir que haga algo. Ten en cuenta que el cambio duradero nunca se producirá si los demás te presionan o te hacen sentir culpable para que cambies. La persona tiene que estar motivada para perder peso a fin de comprometerse con los numerosos y difíciles cambios de comportamiento necesarios a largo plazo.

  1. Dile: «¿En qué puedo ayudarte?

Si hablas con alguien que se está planteando perder peso pero parece abrumado, recuerda que a veces todo lo que la gente necesita es un oído atento. El comentario más importante sería sugerirle a tu ser querido que estás ahí para él y que le apoyarás en el camino. Preguntar cómo se puede ayudar o apoyar puede abrir conversaciones fructíferas, en lugar de hacer sugerencias concretas sobre cómo perder peso.

Además, en lugar de centrarse sólo en una persona concreta con sobrepeso, resulta útil realizar cambios de comportamiento saludables en familia. Por ejemplo, toda la familia puede ayudar a hacer la compra y preparar la comida, salir a pasear juntos o realizar otras formas de actividad física agradable. La investigación científica también apoya la idea del esfuerzo conjunto para una pérdida de peso eficaz. Por ejemplo, un estudio publicado en febrero de 2018 en el Journal of Health Communication descubrió que las personas que participaron en un programa de pérdida de peso en línea de 15 semanas con un compañero perdieron más peso que los que completaron el programa solos.

  1. No elogies automáticamente la pérdida de peso de un ser querido

A menos que tu ser querido te lo pida expresamente, abstente de hacer comentarios sobre su pérdida de peso. Algunas personas agradecen los cumplidos cuando empiezan a perder peso porque les cuesta reconocer el cambio en sí mismas, y otras se sienten incómodas y «bajo el microscopio» cuando se hacen comentarios sobre su cuerpo. Si no estás seguro de lo que quiere la persona, pregúntale. No elogies automáticamente la pérdida de peso de una persona, a menos que ésta haya expresado su deseo de recibir tales comentarios y sepas que la pérdida de peso es el resultado de un cambio de comportamiento saludable. Nunca des por sentado que la pérdida de peso es algo bueno, ya que a veces es involuntaria debido a una enfermedad o al resultado de prácticas de control de peso poco saludables.

  1. Ten cuidado con el momento de estas conversaciones

Como se ha dicho, el momento lo es todo. El momento lo es todo. Si sabes que tu ser querido es muy sensible o no está preparado para considerar los cambios, espera. Si una persona está pasando por un momento difícil, por ejemplo un divorcio, o un revés de algún tipo, puede que no sea el momento adecuado para abordar un problema de peso y establecer un reto.

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Maria G.
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